Compartir

Un nuevo estudio insiste en la falta de relación entre las vacunas y el autismo

vacunas

Los efectos de las vacunas sobre el desarrollo han sido noticia de nuevo estas últimas semanas por la publicación de los resultados de un nuevo estudio. La investigación del Statens Serum Institut de Copenhage, que realizó un seguimiento de más de 650.000 niños nacidos en Dinamarca entre 1999 y 2010, concluyó que no existe relación entre la administración de la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubeola con el TEA, de forma que no aumenta su riesgo ni mucho menos lo desencadena.

A pesar de la contundente información reflejada no sólo en este estudio, sino en numerosas investigaciones a lo largo de los últimos años, aún persisten voces que defienden la relación de vacunas con el TEA bajo tesis sin evidencia. De hecho, la falta de adherencia a la vacuna antes mencionada ha creado un aumento preocupante de los casos existentes en Europa y Estados Unidos, y la Organización Mundial de la Salud ha declarado el movimiento antivacunas como una de las principales amenazas para la salud mundial en el 2019.

¿Por qué se continúa cuestionando la relación entre vacunas y TEA?

Es de sobra conocido el estudio realizado por Andrew Wakefield y publicado en el diario The Lancet en 1998, que concluía una relación entre la vacuna triple vírica y el TEA. A pesar de demostrarse su intención económica y el falseo de los datos, el artículo tuvo una difusión tal que caló en el ideario social, provocando una verdadera alerta y fomentando la tesis que relaciona vacunas y TEA que aún pervive en algunos focos.

En la actualidad, las posibilidades de difusión y la inmediatez de comunicación que permite el mundo digital facilita además no solo el acceso, sino también la producción y difusión de información sin evidencia científica, por lo que este tipo de hipótesis no demostradas continúan siendo difundidas.

Sin embargo, en las últimas semanas hemos conocido diversos casos a través de los medios de comunicación que nos alertan de la importancia de la vacunación, o las consecuencias de la falta de la misma, ocasionando un rebrote de enfermedades consideradas erradicadas. Por otra parte, también se han puesto en marcha iniciativas para limitar el avance de esta información: Facebook e Instagram tomarán medidas para evitar la propagación de la desinformación sobre las vacunas y priorizarán la presentación de información fiable. También Youtube está tomando medidas para eliminar la publicidad de este tipo de contenidos. Por su parte, la BBC, cadena de televisión y radio pública del Reino Unido, ha optado por vetar en sus debates a aquellas personas que contribuyen a la desinformación. Acciones todas ellas que nos alertan acerca de la relevancia de esta situación en la actualidad.

Importancia de la información sobre TEA

En un mundo digital en el que tenemos a nuestro alcance una gran cantidad de información, y considerando el gran recurso que para la población general supone internet a la hora de consultar sobre temas de salud, es esencial poner el foco sobre la difusión de información veraz acerca del TEA, de forma que la población pueda tomar una decisión segura y basada en criterios de evidencia.

A nivel general, en España existe una gran confianza en las vacunas y estas tesis que relacionan con el autismo no han tenido tanto calado como en otros países. El estudio “State of vaccine confidence in the UE” realizado por la Comisión Europea en 2018 indica que el 94% de los españoles opina que las vacunas son efectivas, situándose como el tercer país de la Unión Europea que manifiesta una mayor confianza en las mismas, detrás de Portugal y Dinamarca. Sin embargo, el Eurobarómetro sobre noticias falsas de 2018 señala que el 55% de los españoles presentamos dificultades para identificar un bulo o una noticia falsa, el 52 % cree que casi cada día recibe una noticia falsa y un 25% que al menos una vez por semana, el mayor porcentaje en la Unión Europa, un indicador importante de la vulnerabilidad de la población a la información difundida.

Es por ello que desde Autismo España reiteramos de nuevo la responsabilidad de todos los agentes de la sociedad, con especial interés en los medios de comunicación, en la difusión de información veraz, realista y basada en la evidencia en cuanto a las causas, detección e intervención en TEA, de manera que se puedan derribar mitos existentes y se fomente el pensamiento crítico y la toma de decisiones basada en la evidencia.