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La Unidad Militar de Emergencias actúa contra el COVID19 en diferentes instalaciones de asociaciones de personas con autismo

Asociación Adansi (Gijón)

Autismo España está apoyando a las entidades en las intervenciones que la Unidad Militar de Emergencias (UME) extiende por  todo el territorio español en la lucha contra la propagación del COVID-19. Entre sus labores, una de las más importantes es la desinfección. Desde el pasado jueves, 2 de abril, efectivos de la UME han empezado a actuar en diferentes instalaciones de asociaciones de personas con trastorno del espectro del autismo (TEA) consideradas de riesgo por Autismo España, por el número de contagios o por el número de residentes con los que cuentan, aunque también se ha solicitado que se desinfecten el resto de instalaciones como medida de prevención. 

En concreto, la UME ha llevado a cabo labores de desinfección en la residencia gijonesa de la Asociación de Familias y Personas con Autismo ADANSI, así como en la barcelonesa de APAFAC-La Garriga. Labores que han sido posibles gracias a la buena coordinación entre la Confederación Autismo España y las entidades con la actuación de la UME. Las desinfecciones han sido de tipo manual o de fumigación y nebulizaciones en los espacios más grandes. La intervención militar ha supuesto un punto de inflexión para las entidades porque han recibido de primera mano el asesoramiento que necesitaban sobre cómo actuar en caso de contagio para reducir el número de afectados, así como los protocolos de desinfección que pueden llevar a cabo en cada uno de sus centros.  

Además, el jueves 2 de abril, la unidad militar también intervino en la asociación madrileña CEPRI que trabaja en la atención educativa y rehabilitadora de calidad de personas con TEA. La UME ya había intervenido con anterioridad en la asociación riojana ARPA y en Autismo Sur, y mantiene el contacto con otras  organizaciones asociadas o vinculadas a la Confederación Autismo España, como Autismo Valladolid o AFAPADE, donde se valora una posible desinfección en los próximos días.  

La carencia de recursos básicos como material sanitario, de equipos de protección personal (EPIS) para los y las trabajadoras de estos centros, así como la falta de productos de desinfección y limpieza, son las necesidades inmediatas de las entidades que trabajan en el cuidado de las personas con autismo. Su ausencia está incrementando el riesgo de contagios y situaciones de bajas masivas por parte de los trabajadores. Sin estos medios de protección, la propagación del virus COVID-19 podría ser preocupante.   

Además, la propia falta de recursos económicos debido a la interrupción de los conciertos con las Administraciones Púbicas, así como de las cuotas de las personas atendidas, está poniendo en riesgo la sostenibilidad de los servicios especializados que prestan las entidades, pudiendo perderse de manera irreversible buena parte de la red de servicios específicos para el colectivo.