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22.06.2018 Sensibilización

Algunas personas con TEA perciben de forma especial los estímulos sensoriales del entorno

TEA y estímulos sensoriales - hipo e hipersensibilidad sensorial

Las personas con TEA pueden tener hiper o hipo reactividad a los estímulos sensoriales, así como un interés inusual en aspectos sensoriales del entorno como, por ejemplo, indiferencia aparente al dolor o a la temperatura, respuesta adversa a sonidos o texturas específicas, excesivo interés por oler o tocar o fascinación visual por las luces u objetos que giran.

Procesamiento sensorial. Hipo e hipersensibilidad sensorial

  • Las personas con TEA pueden procesar los estímulos del entorno de manera diferencial.
  • Las dificultades pueden afectar a todos los sentidos: vista, gusto, tacto, olfato, oído, propiocepción y/o sentido vestibular/equilibrio.
  • Las diferencias en la manera de procesar la información sensorial se pueden manifestar en reacciones de hipersensibilidad o de hiposensibilidad a los estímulos.
  • Cuando una persona experimenta hipersensibilidad ante ciertos estímulos, la sobrestimulación puede generarle malestar y provocar comportamientos de respuesta como evitación o escape.
  • Cuando una persona experimenta hiposensibilidad sensorial, la falta de estimulación puede generar malestar y puede manifestarse en una falta de identificación de estímulos que puedan ser nocivos o provocar comportamientos de búsqueda de estimulación.

Aspectos a tener en cuenta sobre problemas sensoriales en Autismo

  • Las personas con TEA pueden ser extremadamente sensibles a algunos estímulos del ambiente, resultándole molestos o dolorosos (ruidos, luces, olores, sabores, etc.).
  • Las diferencias en el procesamiento de los sentidos pueden traducirse en fascinación por algunos aspectos sensoriales del entorno. Las personas con TEA pueden mostrar fascinación por objetos que giran, por ver el agua correr en ríos o grifos, mirar el movimiento de luces y sombras en las hojas de los árboles generado por el viento, etc.
  • Las sensaciones de molestia o dolor pueden provocar comportamientos que resulten inusuales a otras personas.
  • Los problemas de hiposensibilidad pueden ocasionar que las personas con TEA tengan problemas para identificar el dolor.
  • En ocasiones las personas con TEA presentan alteraciones en el equilibrio, por lo que pueden  buscar estimulación mediante mucha actividad (saltar, trepar, correr, girar) o, sin embargo, niños que presentan una baja actividad.
  • Los contextos con sobrecarga estimular (muchas luces, sonidos muy altos, aglomeraciones de personas, etc.) pueden suponer un reto para las personas con TEA.
  • Reflexiona sobre cuántas situaciones experimentas en tu día a día con estímulos que pueden resultar molestos a otras personas (transporte público, salas de espera, aulas en centros educativos, visitas al dentista, etc.)
  • Ponte en el lugar de una persona con TEA que tiene que gestionar continuamente situaciones que suponen una demanda para ella.
  • Comprende que sus comportamientos que te puedan resultar inusuales (taparse los oídos, moverse continuamente, etc.) en distintas situaciones no son caprichosos o malintencionados.
  • Interésate por las personas con TEA.

Puedes seguir la campaña #JuntoalAutismo en la web www.juntoalautismo.org.